martes, 29 de marzo de 2011

David Lynch quemando zapatilla

(Publicado originariamente para Muzikalia)

 

David Lynch

Good day today / I know


Es un ejercicio innecesario hablar aquí del talento e influencia de un genio cinematográfico como David Lynch por lo tanto, si me lo permiten, obviaré todo comentario al respecto por evidente. Como mucho, destacaré el especial cuidado e importancia que dentro de su filmografía tiene el sonido y su correspondiente Némesis: el silencio. Su combinación y su tratamiento son fundamentales para dar fuste y profundidad al carácter de su obra.

Sus bandas sonoras, desde lo que supone la recopilación de temas ajenos como los propios scores originales, han aportado a la historia del cine auténticas obras maestras, la mayoría con su mano derecha en ese apartado, el compositor Angelo Badalamenti. Así, evocar ahora el universo sonoro de Twin Peaks, Una historia verdadera o Mullholland Drive estremece con solo mencionarlo.

Nada de lo dicho hasta ahora sorprenderá a los fanáticos del director, pero sí es verdad que, antes de la doble Cara A del single que nos ocupa, Lynch lo intentó con una auténtica bizarrada sónica; me estoy refiriendo a esa suerte de jazz industrial que es Blue Bob (00), trabajo elaborado a medias con John Neff y de resultado perturbador a la par que discreto. Con Good day today / I Know (11), el estilo cambia radicalmente. En esta compilación conjunta de los dos sencillos lanzados el pasado año, se incluyen además suculentos remixes de ambas.

En “Good day today”, el autor de Cabeza Borradora, se lo guisa y se lo come todo- voces incluidas- para enfilar la autopista del electropop más zapatillero, haciéndonos arquear la ceja por lo insólito del feeling evanescente y liviano conseguido, aunque, seamos justos, digerible y, a la larga, agradecido: una pildorita efervescente de esas que tanto gustan a los consumidores de música sin pasado, engullidores del aquí y ahora más fútil y vacuo. Destacar el remix de Underworld, llevando el tema por completo a su terreno – hasta las voces son sustituidas por las de  Karl Hyde- en una contenida espiral techno.

El reverso tenebroso lo encontramos en “I know”, un tema de oscuro y opresivo trip-hop a lo Massive Attack, de cadencia abrasiva y más identificable con el imaginario del genio. DJ’s míticos como Sasha o camaleones de la electrónica como Ratcliffe (Basement Jaxx) meten manos en el tema, destacando la hipnosis abisal del primero y el electro suburbial del segundo.

martes, 15 de marzo de 2011

Entrevista a Ainara Legardon (We once wished)

(Publicada originariamente para Muzikalia)

"He perdido la vergüenza para decir que no a cosas que no me interesan, la vergüenza que impide avanzar artísticamente, y la que impide moverse con libertad y serenidad en la vida"

Redactor: Raúl del Olmo
We Once Wished (11), el regreso de Ainara LeGardon, es una muestra del compromiso de una mujer con sus emociones; una radiografía del precio que el deseo y la resaca de su consecución -o su represión- causan en nosotros. Para descifrarla, Ainara abrió sus entrañas a Muzikalia.

Tras veinte años desde que te subiste a un escenario, ¿Qué queda y qué se ha marchado de esa inocente Ainara LeGardon en We once wished?
Algo de inocencia aún me queda, afortunadamente. El candor necesario para que a veces ciertas situaciones me sigan pillando desprevenida y causen en mí sorpresa y ganas de dejarme llevar. Me dejo seducir intensa y fugazmente por personas, personajes, cosas o situaciones, y trato de sacarle el mayor partido artístico y vital a ello.

Respecto a lo que se ha marchado, te diría que la vergüenza. La vergüenza para decir que no a cosas que no me interesan, la vergüenza que impide avanzar artísticamente, y la que impide moverse con libertad y serenidad en la vida.

We once wished cuenta con una urgencia y energía desatadas. ¿Es una reacción lógica al sonido retraído y angustiado de Forgive Me if I Don´t Come Home to Sleep Tonight?
Es más una reacción lógica al aburrimiento, el dolor y el desasosiego que viví durante el periodo de Forgive me if i don’t come home to sleep tonight. Aquel sonido angustiado, como tú dices, era fruto de mi estado de ánimo. Ahora estoy viviendo un momento muy fresco. Me encuentro con ganas de volver a soñar y de convertir esos sueños en realidad, a pesar de lo que eso conlleva.

También destaca su sonido agreste y eminentemente inflamado. ¿Existió en su concepción temor de cara a la acogida que pudiese tener entre un público acostumbrado a otra manera de desentramar la intensidad de tu música?
Al principio sí, me preocupaba en cierta manera debido al evidente giro estilístico que estaban tomando las composiciones. Sin embargo, era algo contra lo que no podía luchar, así que opté por lo de siempre: hacer música para mí, tal y como creo que debe ser hecha en cada momento, y quedarme todo lo satisfecha que puedo.

Siguiendo con tu nuevo enfoque, flotaba la incógnita de cómo una artista con unos referentes tan eléctricos no había hasta ahora mostrado todos los decibelios que pudiese. We once wished lo consigue. ¿Era una cuestión de confianza, de ánimo, resultó ser algo instintivo cuando lo hiciste?
Como digo, fue instintivo, y a la vez resultado de un estado de ánimo. Creo que no tuvo nada que ver con la confianza. De hecho, sin duda el disco anterior requiere mucha más confianza en una misma para encararlo.

¿No cansan tantas críticas positivas ante la salida de un nuevo trabajo? Si verdaderamente tanta gente echaba de menos la pulsión actual ¿por qué no lo comentaron antes cuando todo eran elogios a la intensidad contenida?
Seré sincera: las críticas buenas no cansan. Puedes tomártelas más o menos en serio, puedes compartirlas o no, pero se agradecen, sobre todo por lo que hablábamos al principio: este es un disco hecho (como todos mis trabajos) sin pensar más allá de lo que a mí me agrada y lo que mi cuerpo y mi corazón me piden hacer en cada momento. Parece ser que he comulgado con lo que el público y la crítica considera un acierto. Bien. Se agradece. El Forgive me… pasó más desapercibido, y sin embargo yo considero que es mi mejor disco, el más arriesgado y valiente, y el que más me hizo crecer como persona.

Sea como sea, yo seguiré trabajando, tratando de madurar a través de mi música. Algún día no comulgaré tanto con la crítica, ni con el público, pero seguiré siendo feliz y estando orgullosa de lo poco o mucho que consigo avanzar en la vida con cada disco.

¿Se adaptará tu cancionero en vivo a las necesidades de pulsión desatada actuales o las antiguas composiciones servirán de descompresión?
Ambas afirmaciones no son excluyentes. Disfruto sobremanera tocando los temas de We once wished, pero de igual modo dotando de una visión nueva a los antiguos, que como bien dices, sirven de válvula de escape.

Otra de las novedades que encontramos, es tu fichaje por el sello Aloud Music. Al margen de su elogiable postura acerca de la difusión de sus artistas, ¿te sientes cercana a alguna de las bandas que forman parte del sello? ¿Cuáles especialmente?
Me siento, en primer lugar, muy cercana a la persona de Sergio Picón. Me gustan sus ideas, su manera de ponerlas en práctica y el trato con las personas que le rodean. Nos conocemos desde el año 97, y mi cariño y confianza hacia él no hace más que crecer con el tiempo. No deja de meterme caña cuando ponemos en común nuestros pensamientos, pero siempre llegamos a un acuerdo en todo. Es cabal y serio, y eso siempre es de elogiar.

Quizá la banda que más me guste de Aloud es (lo:muêso), sin dejar de admirar a muchas otras por su frescura (Two dead cats, por ejemplo), o por el buen camino que se han conseguido labrar con esfuerzo (Nothink).

Nunca me canso de señalar el carácter aséptico y plano, exento de peligro en la mayor parte de lanzamientos musicales en los últimos tiempos. Desde luego tu posicionamiento está en las antípodas de ello. ¿Reivindicar el desnudo emocional, el grito, el hambre por vivir y sentir a pesar del precio que conlleve es para ti prácticamente un deber ético hacia tu persona?
Pues más o menos. Simplemente se trata de ser honesta con una misma. Todo lo que has mencionado lo aplico no sólo a la música, sino a mi vida en general.

Al hilo de ello, creo que hace dos décadas esa transmisión se conseguía mucho más. ¿Piensas que el carácter trascendente y existencialista del mensaje de muchos artistas de los 90´s ha hecho que en estos tiempos más superficiales a la hora de percibir el arte haya sido la causa por la que nunca se rememora esa época? Bueno, para empezar no estoy del todo de acuerdo en que actualmente corren tiempos más superficiales a la hora de percibir el arte. Esa percepción reside dentro de cada uno, y te aseguro que en lo que a mí respecta, estoy dejándome empapar más que nunca.

Siguiendo con lo del revival, yo creo que de un tiempo a esta parte sí que se está rememorando esa época de los 90. Grandes grupos de entonces han sacado excelentes discos el año pasado (por ejemplo Pearl Jam, Alice in Chains, o hace un par de años Eddie Vedder en solitario con Into the wild, por mencionar un trabajo con un mensaje de gran calado emocional).

Y por otro lado pienso que quizá también ese carácter trascendente estuviera dentro de nosotros mismos, que escuchábamos y vivíamos aquella música como si el acorde final de cada canción fuera el último que escucharíamos en nuestra vida.

Como tarjeta de presentación el vídeo de “Thirsty”, dirigido por Álvaro Sanz, me parece impecable e implacable. Es un gran trabajo. ¿Cómo surgió la idea de plasmar el sentido de la canción de esa forma tan violenta e impactante?
La sensación que me embargaba cuando compuse ese tema era así de impactante y casi violenta. Estaba sedienta de emociones que sabía que me iban a dejar una marca imborrable, no forzosamente positiva, y aún así estaba deseando vivirlas. Tiene mucho que ver con lo que has comentado antes del hambre por vivir y sentir, a pesar del precio que conlleve.

La idea de plasmarlo en imágenes de esa manera surgió en una conversación a tres bandas entre Hannot Mintegia, Álvaro Sanz y yo. Yo simplemente actué como nexo entre las ideas de ambos, y me dejé llevar…

Una artista inquieta como tú necesita, presumo, formas de expresar su creatividad y experiencias por distintos canales. ¿En qué otros proyectos musicales, o no musicales, vuelcas tu instinto? Desde hace un tiempo colaboro con Álvaro Sanz poniendo banda sonora a algunos de sus documentales y cortometrajes, el último de ellos Nieve de primavera, que podrá verse en Televisión Española en breve.

Actualmente también trabajo en el montaje del espectáculo de danza La quimera del ruido, aportando piezas musicales con la guitarra y también improvisando con la voz, de forma que me expreso con ésta de manera diferente según estén manipulando mi cuerpo en escena. Es muy interesante.

Y por último desde hace un tiempecillo ando metida en el mundo de la improvisación libre. Álvaro Barriuso (Dúo Cobra) y yo acabamos de montar un proyecto llamado Archipiel en el que jugamos con las voces y un eco de cinta analógico. En algunas piezas usamos pequeños textos, que por fin han encontrado (por lo menos en lo que a los míos respecta) la manera de salir a la luz y cobrar vida. Para mí trabajar con Álvaro supone una experiencia nueva y es un disfrute total.

Siguiendo un poco la iniciativa que hizo Aloud presentando una canción de We once wished cada día por su radio on- line, nos gustaría que, para terminar, nos analizaras tu propia creación y comentaras lo que se esconde detrás de cada tema en pocas palabras.
“You gave me”: dar, recibir, embarcarse en una aventura y vivir la magia de las casualidades que nos rodean, que probablemente no existan como tales.

”I left”: la retirada a tiempo, antes de causar daño.

”We once wished”: la realización en un sueño de un deseo inalcanzado.

”Hugs that won´t last”: el momento que inspiró la mayoría de las canciones del disco. Y una vez más, la retirada antes de la debacle.

”Reason”: las sensaciones contradictorias de no poder esperar y a la vez la de querer parar el tiempo. La de no poder hablar, pero desear gritar algo a los cuatro vientos.

”I am” : todo lo que he odiado a lo largo de mi vida, yace dentro de mí.

”Thirsty”: la sed de vivir emociones que pueden dejar su huella. La felicidad de la espera ante un momento que se sabe de antemano emocionante.

”Evil eyes”: Me miraste y no pude decir que no… me diste lo que estaba pidiendo a gritos.

“Before waking up”: la persona que me devolvió mis raíces y me enseñó un lugar en el que deseé quedarme para siempre.

”Make it mine forever”: la sensación de que de tanto recordar algo, lejos de fijar su imagen en tu mente, se va desdibujando. Y el saber que ya nunca más tendrás la oportunidad de contemplar de nuevo esa imagen para hacerla tuya para siempre.

Gracias, Ainara. Tu música es un bastión de integridad y arrojo.
Y tus palabras un lujo.

lunes, 7 de marzo de 2011

Standstill IV. Entrevista a Enric Montesfusco

(En la recopilación de escritos acerca de Standstill, no puede faltar esta profunda entrevista a Enric Montefusco. Siempre me da miedo conocer más cerca a quien admiro y necesito. Para Muzikalia en su día).

Adelante Bonaparte (10) es otra meta alcanzada por Standstill. Siempre un paso más allá de cualquier expectativa, su último trabajo es un acercamiento universal – desde una persperctiva personal- al recorrido que es nuestra existencia, al viaje entre luces y sombras que nos acompaña desde que venimos al mundo.

Para desentrañar y acercarnos a su concepción, hablamos con Enric Montefusco y, de paso, también conseguir acercarnos más a nosotros mismos.

Adelante, Bonaparte parece la culminación a un estilo como banda. Es algo tan inmenso y elaborado que resulta difícil poderle imaginar continuación posible. ¿Has tenido esa misma sensación a la hora de terminar la obra? En caso de ser así, ¿es una sensación que ya pudisteis tener con discos que pulían un determinado estilo como Memories collector?
Por la propia forma que tenemos de funcionar y el sentido que le damos a la banda, la verdad es que esa sensación de la que hablas, que tiene que ver con el vacío, con el haberse vaciado, es algo que nos ha pasado a menudo y que reconocemos, sí. La primera vez asusta un poco pero luego uno ya lo entiende como una fase más que hay que pasar en el proceso. Afortunadamente, la vida no se detiene ahí y al cabo de un tiempo, ya ves las cosas con otra perspectiva, necesitas tratar otros temas según lo que te haya pasado y hacerlo con formas nuevas que te resultan estimulantes. Y así sucesivamente.

El sentido absolutamente personal desde el cual se enfoca la obra, muy basado en tus experiencias, logra trascender a lo que podría ser considerado una necesidad artística y emocional propia. ¿Cómo consiguió el resto de la banda entender el planteamiento de Adelante, Bonaparte y sentirse a la vez miembro partícipe de algo que sale de tan adentro de uno? ¿La aparente sencillez de algunos cortes fue algo que costó asimilar a una banda con tanto potencial musical por parte de cada miembro?
Una de las ventajas de llevar ya unos cuantos años haciendo discos es que, a base de trompazos y malentendidos, uno acaba aprendiendo algo y llamando a las cosas por su nombre. Que yo sea el compositor (en todas las bandas que no se disuelven a los dos días suele haber uno, y cuanto más personal es la composición, mejor y mas trasciende la pieza) no quiere decir que alguien mas no pueda sentirse partícipe del proyecto. Es una cuestión de afinidad y de complementariedad. De sumar en una misma dirección. Y es evidente que el equilibrio actual funciona y que ellos aportan muchísimo en diferentes aspectos. Por eso somos una banda.

Respecto a la sencillez, es una línea que nos apetecía a todos; a estas alturas ya no es estimulante ni necesario que toquemos todos todo el rato, con el instrumento que se supone que tocamos. En ese sentido ha sido incluso liberador que Piti haya tocado la batería, que Ricky haya sintetizado sus baterías, que yo haya tocado el piano, que Falkner haya trabajado arreglos de teclado y piano diferentes a los que suele hacer, que haya habido espacio en las canciones para Pau Vallvé y el quartet Brossa con vibráfonos y cuerdas, y en general que hayamos intentado darle a cada tema lo que creíamos que mejor le sentaba. En respuesta a tu pregunta, creo que hemos entendido mas que nunca que lo importante es el potencial de la suma de nosotros, no de cada uno por separado.

¿Cómo conseguiste vencer el pudor a ser tan tremendamente explícito en las letras de vuestro último trabajo. ¿Es ese camino hacia las cosas contadas sin tantos recursos, metáforas y de forma directa otro paso que querías dar en tu forma de escribir?
Tengo la sensación de que por pudor, efectivamente, quizás en otros discos me protegía inconscientemente a través de ambigüedades y juegos de palabras. Decía lo que quería decir pero a la vez me cubría y daba muchísima cancha a interpretaciones. Insinuaba mas o menos ingeniosamente, más que contaba. Sinceramente no tengo muy claro por qué con Adelante Bonaparte eso ha cambiado, no ha sido para nada algo premeditado. Aunque ahora que me haces pensar en ello, quizás a día de hoy necesito compartir, mas que impresionar.

Otro paso adelante en el plano formal lo encontramos en los cuidados arreglos e instrumentaciones no tan habituales de las que hacéis gala en el último trabajo. ¿piensas que es algo circunscrito a este momento coyuntural o tienen visos de expandirse más aún en un futuro?
No tengo ni idea, la verdad. Es pronto para saber qué será lo siguiente. Lo que está claro es que estamos muy contentos con su papel en Adelante Bonaparte.

¿Piensas que la fábula circular a la que hace referencia Adelante Bonaparte es una catarsis personal en cuanto a canalizar experiencias que marcan la vida de cada uno? ¿Cuál crees que es el secreto para que algo tan particular pueda trascender a la esfera del individuo y convertirse en acto de comunión entre los oyentes de Standstill?
No sé, yo entiendo que, en esencia, todos pasamos por las mismas fases y tenemos las mismas sensaciones; aquél que nos matriculó nos hizo realmente parecidos... En ese sentido creo que el único secreto es sacar todo eso que uno, y solo uno, encarna en cada momento, y hacerlo libremente sin que te contamine demasiado tu grupo favorito y sin pensar demasiado quién se supone que eres. Cuanto mas particular sea tu aportación, creo que más real, y por tanto universal, resulta ser luego.

Adelante, Bonaparte me resulta un disco, al menos para mí, infranqueable, rico, de digestión lenta, que requiere una escucha atenta y pautada. ¿Cómo encaja eso con el aparente aumento de público que os acompaña justo con este lanzamiento tan arriesgado y ajeno a las concesiones? ¿Alguna vez has notado una sensación de pudor o extrañamiento sobre un escenario al cantar unos temas tan a flor de piel y particularmente tuyos?
No debería preocupar demasiado la cantidad de público que uno tiene. Ni cuando es para mal ni cuando es para bien. Es mas importante estar pendiente de si el público que uno tiene está ahí por las razones adecuadas, las que a uno le gustaría. El día que vea que gran parte de nuestro público está ahí para ver cómo muevo el culo, por ejemplo, tendremos un problema, y gordo. Pero eso no llegará a pasar. Nuestro público, por lo que veo, tiene edad indefinida, y origen e intereses diversos. Si está allí es simplemente porque en algún momento sintonizó, entendiendo perfectamente lo que significa en esencia nuestra propuesta. Nosotros, dicho sea de paso, hacemos un gran esfuerzo para que así sea.

En tiempos como los que corren, sacar un disco dividido en 3eps de corta duración es algo valiente y que deja muy a las claras que la intención de la obra está por encima de formatos y concesiones. ¿ Conseguir hacer las cosas como uno verdaderamente quiere transmitir, a pesar del enorme esfuerzo, hace seguir confiando en la autoedición?
Está muy bien no tener que dar explicaciones a nadie, ni andar pidiendo tratos excepcionales. Al final es frustrante para todo el mundo. Y Bcore no tenía la culpa de que fuéramos raros, tampoco. Nuestros proyectos suelen tener siempre un componente de riesgo y de ambición artística que pide a gritos un marco propio para ser gestionados. Y creo que se ha notado bastante el cambio cuando hemos empezado a poder hacer lo que nos ha dado la gana. Me gustaría matizar añadiendo que la libertad también tiene sus precios, pero esa ya es otra cuestión.

A diferencia con vuestra anterior obra, Vivalaguerra, donde las canciones gozaban de una autonomía muy fuerte, esta vez es como si con Adelante, Bonaparte el concepto, la cohesión, mandara sobre cada tema en particular. ¿Es ese el motivo por el cual necesitábais defenderlo con un espectáculo como Rooom donde, bajo mi prisma, las virtudes de la obra se expanden enormemente sobre las tablas?
Sí, realmente los dos discos no se parecen mucho, entre otras razones, por lo que comentas. La idea con Adelante Bonaparte era que, al escucharlo, al ir llegando cada canción, se fuera arrastrando el peso de todas las anteriores. Y lo mismo con los epés. Una especie de (en el fondo, sencilla) narrativa cercana a la del cine o la novela tradicional, donde no tiene sentido sólo valorar cada escena o capítulo por separado. En ese sentido, como bien dices, con el Rooom, el directo de estas canciones coge todo su potencial.

Siempre me resulta algo inocente y fuera de lugar las peticiones por parte de un grupo de fans que os acompaña desde el principio el pedir “mayor caña” –que no intensidad porque de esa vais sobrados- en los discos. ¿Consideras que la escena hardcore desde la que provenís es una escena poco flexible a los cambios, demasiado integrista?
Desgraciadamente mi experiencia me dice que hay gente cerrada en todas partes. Pero bueno, como te decía, lo importante es que tu público esté ahí por las razones adecuadas. Si a alguien le gustaba Standstill sólo porque metía caña, pues quizás se quedó en la fachada, y es una lástima. En cualquier caso, he de decir que todo el mundo está en su derecho de fijarse en lo que le salga, le apetezca o lo que le sirva más.

Standstill es un ejemplo de coherencia y de mutación estilística razonable, sentida y sin abandonar la esencia de relatar el arte de vivir con las esperanzas y miserias con las que nos levantamos día a día. ¿Cuál consideras que es esa esencia que se ha mantenido inalterable, pese a la evolución e inercia de nuestras vidas desde que The Tide escupía furibundo su lucha contra las mentiras establecidas en un mundo inocuo?
Me cuesta verlo como un mérito. Creo que sólo responde a la necesidad de sacar esas cosas que uno tiene en el estómago, y hacerlo sin autocensur ni los temas en sí, ni las formas que te salgan, aunque a veces puedan parecer una locura, como lo de cambiar de idioma. Si lo haces así, la coherencia y la razonabilidad que comentas, vienen solas.

Gracias, Enric por seguir dando aire a una banda que nos ayuda a escapar siempre hacia delante en nuestro transitar.
Gracias a ti!

Recetas para El Fin del Mundo

(la primera vez que un comentario en una red social se convierte en algo aprovechable para mi blog)

Soluciones a un mundo Ahogado:

1. Subir el sueldo mínimo de este país.
2. Hacer una ley que fije un techo a los sueldos más altos, un tope salarial, con lo que podrían subirse de sobra esos sueldos mínimos.
3. Reformar por completo el IRPF. No pagando necesariamente más impuestos, pero sí gravando las rentas más altas y a las más bajas reduciéndoselos o eliminándoselos. Un impuesto realmente progresivo y no con tramos tan absurdos como los que existen ahora. Esto podría aplicarse a la mayoría de impuestos.
4. Permitir dentro del "libre mercado", esto entre comillas, la intervención del Estado no de manera invasiva, pero sí ante posibles abusos.
5. Una reforma completa del empleo público. Reestructuración en base a necesidades y destinar ese dinero público a otros fines más necesarios.
6. Abolición de la monarquía española. Instauración de una República Federal que eliminase una cantidad de gastos del estado a todos los niveles absolutamente alarmantes y antidiluvianos. Todos los derivados de la monarquía y todos los derivados de las políticas autonómicas. Las banderas, todas, son trapos. Uno de los elementos más tristes de la sociedad moderna es la identificación con el patriotismo, cosa que debiera cambiarse por identificarse con los amigos, la gente que quieres, la que te necesita y la que es necesaria. Esa es la única patria universal, herencia del pensamiento ilustrado.
7. Por supuesto, una reforma de la Ley Electoral completa eliminando el injusto sistema de escaños que tanto favorece la merienda de negros, perdón, de blancos, bipartidista.


P.D. Y, sobre todo, no olvidar que siempre seremos muchos más los que tenemos menos que los que tienen más, los jodidos que los jodedores. Sólo por esa obviedad la lucha colectiva debiera alzarse siempre sobre los intereses de unos pocos. Cuando queráis quedamos para un Juramento de Juego de Pelota.